Quizás ahora, más que en cualquier momento en nuestra historia, las decisiones que tomemos en nuestras vidas tendrán efectos duraderos y consecuencias globales, que se extenderán por centenares de generaciones a futuro. A la luz de la escalada de tensiones globales, los estudios recientes ofrecen una nueva esperanza, y una credibilidad renovada basada en nuestras queridas y ancestrales tradiciones, sugieren que podemos “hacer algo” respecto a los aparentemente interminables ciclos de violencia, y respecto al futuro de nuestro mundo.
Las estadísticas han demostrado que un número determinado de personas, reunidas y enfocadas, así como unificadas conscientemente en una “no determinada” oración masiva, produce efectos más allá del cuarto o del edificio donde se ha realizado el rezo u oración.
Ese número es la raíz cuadrada del 1% de la población implicada. Estos estudios dan mas cuerpo a la evidencia que sugiere que enfocando nuestros sentimientos de aprecio y gratitud, como si nuestros rezos ya hubieran sido respondidos, tiene un efecto mensurable sobre la calidad de vida durante el momento del rezo (2).
Después de nuestra descripción de esta “perdida” forma de oración o rezo en el libro, “El efecto Isaías” (3), sus emails y llamadas de teléfono han pedido una clarificación adicional en cuanto a como exactamente aplicar este rezo en nuestras vidas. Claramente no hay “maneras correctas” o “incorrectas” de orar. En su expresión más simple, la oración es la capacidad muy personal y natural dentro de cada uno de nosotros de estar en comunión con nuestro mundo, con otros, y con presencias mayores. Esa forma “perdida” de oración es simplemente una herramienta más a colocar en nuestra caja de herramientas de oraciones.
Descripción del modo “perdido” de oración:
El modo “perdido” de oración es una forma de oración que no tiene palabras, ni ninguna expresión exterior, y se basa simplemente en el sentimiento. Específicamente, este modo de rezo u oración nos invita a que sintamos el aprecio y la gratitud en nuestro corazón, como si nuestros rezos u oraciones ya hubieran sido respondidos, incluso si el mundo parece demostrarnos otra cosa (1).
Aquí es donde es importante la claridad:
Pues la evidencia sugiere que nuestro mundo y nuestros cuerpos son el espejo de lo que pensamos/sentimos, debemos tener muy claro que nuestros rezos se originan de nuestros corazones, no de nuestras mentes.
Aquí está la razón:
La lógica de nuestro cerebro trabaja en polaridad- cerebro izquierdo/cerebro derecho, luz/obscuridad, bueno/malo, la correcto/incorrecto, etc. Orando “para” crear algo crea una fuerte sentimiento o carga-de lo que “debería” o “no debería” ser. La física de nuestro mundo afirma que cuando algo se crea con una carga en una polaridad, lo contrario se crea también, para balancear la carga.
Qué significa eso:
Oración basada en la mente:
Cuando rogamos “para o por” algo, estamos utilizando un proceso mental y lógico ¡Por ejemplo mientras mis oraciones basadas en el pensamiento- “por” la paz en Iraq, pueden ser bienintencionados y crear una paz temporal o la cura en algún lugar en un punto en el tiempo, pueden crear en forma inadvertida exactamente lo opuesto que se intenta, en otro lugar y en otro tiempo!
Oración basada en el Corazón:
Nuestros corazones, por otro lado, no tienen ninguna polaridad. En las tradiciones nativas, hay incluso una palabra que describe la objetividad no polar del corazón, el corazón que considera tal cuál “es” no como algo que debería ser. La palabra es Shante Ishta (el ojo único del corazón). Cuando elegimos paz y la sanación desde nuestro corazón, no se crea polaridad para balancear nuestra decisión, pues no hay “corazón izquierdo” o “derecho”. ¡Desde nuestro corazón, el sentimiento es la oración! Los estudios han demostrado que este tipo de gratitud y de aprecio por la paz existente crea un “efecto de campo” - en la presencia de paz, todo lo que puede suceder es paz.
Claridad:
Para aclarar, esta forma de oración no esta dirigida a un lugar, una persona, una organización, un país, una ciudad o un acontecimiento. Este modo de rezo no intenta “hacer que” algo suceda, en alguna parte donde no estemos de acuerdo con lo que la vida nos está demostrando. Los ancestros entendían que utilizar de esta manera una oración era una “abominación” de nuestros dones en la comunión con nuestro mundo. Imponer nuestra idea de qué debe, o no debe estar en el mundo, o lo que debe suceder a otra persona, es una forma de manipulación, y un uso erróneo de nuestro don de la oración.
En vez de que alguien “gane”/“pierda”, “sufra” o “cure”, tenemos la oportunidad “de sentir” el aprecio y la gratitud por la paz y curar eso ya existente. El poder de este tipo de oración trasciende a ganadores y perdedores-nos invita a que elevemos las condiciones de nuestro mundo a un nuevo reino más allá del triunfo/pérdida. Haciendo eso, abrimos la puerta a un principio muy sutil y poderoso que permite estar presente a esa posibilidad de paz/sanación sin la imposición de nuestra voluntad para realizarla.
Resumen:
Si esta clarificación aparece demasiado prolija, acepta por favor mis sinceras disculpas. El principio es simple: En presencia de paz, toda lo que puede suceder es paz.
Estás invitado a compartir un momento de vigorizante unidad, paz, oración y posibilidad. A través del tiempo que juntos compartamos, ofreceremos poder a la vida y a nuestros hijos, a nuestro mundo, ambos presente y futuro. ¡Muchas gracias por adelantado por tu buena voluntad de hacer de nuestro mundo un mejor lugar!!
Muchas bendiciones de una paz verdadera y duradera.
NOTAS:
1. Se refiere a ”LA FORMA PERDIDA DE LA ORACIÓN” Greg Braden en la web oficial, www.greggbraden.com, para obtener más información, e instrucciones precisas de la práctica de la oración basada en el sentimiento.
2. Los científicos sospechan que la relación entre la masa de oradores y el efecto de esas oraciones se debe a un fenómeno conocido como el efecto de campo de la conciencia. Este efecto de campo esta disponible para los niños del mundo "que lo aprovechen". Además, quienes determinan las políticas que afectan el futuro y la dirección de nuestro mundo están ligados precisamente a estos mismos campos de oración al cual podemos acceder en el estado de vigilia, y pueden ser beneficiosos en la medida en que se elija, aun sin una participación directa.
3. Ibíd, 1.
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