Saludos Cordiales,
Hoy en el día del Arcángel Miguel recibe la Bendición de Dios y la manifestación de su Fortaleza y su Voluntad en cada aspecto de tu vida.
Que en tu Corazón fluya la Fe, la Confianza, la Perseverancia y el Éxito envolviéndote con su Rayo Azul resplandeciente y se coloque delante, detrás, a tu derecha, a tu izquierda, arriba y abajo protegiéndote de toda manifestación e influencia negativa, toda mala intención y envidia, toda energía obscura, baja, natural y no natural.
Decreto que el Arcángel Miguel corte y libere con su espada poderosa todo lo imperfecto en ti y a tu alrededor.
Así es, así sea, así será y así sucederá, Hecho está.
MIGUEL
Su nombre quiere decir ¿Quién como Dios?, o Luce igual que Dios, o El que se parece a Dios. En la Biblia se le da el titulo de Príncipe. Parece que entre los Arcángeles, sino es el más poderoso, está entre los más poderosos, por lo tanto, de mayor energía y más luz. Es el símbolo del triunfo de la luz sobre las tinieblas, Lucha contra los demonios, desafía a los poseídos por las fuerzas del mal, ayuda a las personas aportándoles apertura mental y coraje para enfrentar experiencias espirituales. Es el jefe de los poderes y las potestades. Su nombre es un grito de guerra invocado para el coraje, defensa y protección divina. Está armado de escudo y espada. Es destructor de ídolos. Junto con Gabriel, apareció ante el profeta Mahoma. Son los dos únicos mencionados realmente en el Antiguo Testamento, y Rafael, quien se presenta en el libro de Tobías. La tradición cristiana afirma que fue Miguel quien liberó a Pedro de la prisión y lo guio para que acudiera a sus guardianes. Guardián de la paz, la armonía y de la cooperación. Sus hazañas son innumerables, es el héroe indiscutible en la primera guerra contra Satán y el único que jamás se puso en duda. Proclama la unidad de Dios. Despeja las tinieblas, sutiliza lo denso, ilumina lo oscuro, aliviana lo pesado. Se dice que descenderá con la llave del Abismo y una gran cadena en la mano (Apocalipsis 20,1) y atará al dragón satánico por mil años.
Representa: la justicia bien hecha, los cambios importantes, la comprensión de las cosas, la alineación con el cosmos, la lucha por causas justas, valor, llamado a causas nobles y espirituales. Es el Príncipe de las Huestes Celestiales.
Miguel es el Ángel del otoño. Es virrey del Reino Celestial. Guardián de los lugares sagrados. Director del Cuarto Cielo. Es el maestro de la energía y el balance, sus colores son verde esmeralda, azules fuertes, dorado y rosado fuerte. Representa el derecho, lo correcto, la creatividad, ayuda mucho a eliminar la enfermedad, protege y limpia a personas, grupos y animales. Es el embajador del Sol en la Tierra, defensor de los creyentes en Dios, cualquiera que sea la religión, o la manera de creer en Dios, porque hay un solo Dios y a Dios lo que le interesa es que se crea en El, y se le brinde adoración, sin importarle a través de qué religión lo esta haciendo el creyente.
Al Arcángel Miguel le corresponde el rayo azul, sin embargo cuando hace curaciones, se ha mostrado proyectando de él, el rayo de luz violeta (para transmutar así la enfermedad) y ha solicitado que el enfermo siga visualizando el rayo violeta sobre la parte afectada.
Cuando una persona fallece, o cuando uno desea pedir por una persona muerta, se puede invocar al Arcángel Miguel, para que le quite las ataduras tanto materiales como espirituales, a fin de que pueda elevarse.
Miguel es gobernador y protector del planeta Mercurio, del día Domingo y del árbol de almendra.
Vibra con el color azul.
DÍA QUE LE CORRESPONDE: Domingo. El primer Domingo de cada mes, a las 10:00 de la mañana, el Arcángel Miguel está más cercano a nosotros.
ESTACIÓN DEL AÑO: Fin del Invierno.
VIRTUDES: La voluntad de Dios, el bien, la bondad, la fe, el poder, la fuerza, la protección y el equilibrio. La presencia de este Arcángel se puede invocar en un momento de decisión importante, falta de iniciativa para comenzar algo nuevo, necesidad de protección en cualquier orden.
CATEGORÍA: ÁNGELES DE LA PROTECCIÓN
COLOR DE IDENTIDAD: AZUL.
LO QUE PODEMOS PEDIRLE: Protección contra peligros físicos, robos, accidentes, atracos, secuestros, etc. Ayuda y valor para superarnos a nosotros mismos; fortalecimiento de nuestra fe y voluntad. Protección contra las fuerzas de la oscuridad y todo tipo de maldad. Es apoyo cuando nos sentimos solos, tristes o necesitamos apoyo espiritual.
DONES ESPIRITUALES:
Liberación de miedos y dudas sobre uno mismo, fortalecimiento de la fe y la buena voluntad, perfeccionamiento del alma. Tanto las escrituras judías como cristianas e islámicas reverencian al Arcángel San Miguel. La tradición mística le identifica como capitán de los ejércitos celestiales; se apareció a Josué antes de la batalla de Jericó; fue también quien guió al pueblo de Israel a través del desierto y quien salvó a los niños hebreos del horno ardiente de Nabucodonosor. Miguel es conocido en la cábala (Libro místico judío) como el defensor (guerrero) de la creación, y vencedor en la batalla contra los ángeles rebeldes (demonios). La capacidad del Arcángel Miguel y sus ángeles de la protección aumenta cuando les invocamos diariamente. Miles de testimonios nos cuentan de las muchas gracias recibidas de los ángeles del rayo (o el fuego) azul. Miguel está equipado con coraza y espada, se le representa también con una lanza, aniquilando a Satanás. Estos son símbolos: la lanza es la fuerza de Dios, de la que se sirve el arcángel para abatir al demonio. La coraza es la humildad, en donde vienen a apagarse los dardos encendidos del infierno y la maldad; la espada de doble filo es la palabra de Dios, que confunde la mentira y disipa las dudas y el ego, de los que se sirve el orgullo de Lucifer para intentar imitar a Dios, confundir y perder las almas. San Miguel es el ángel custodio de Cristo, de su Sagrado Corazón, de la Eucaristía, del sacrificio de la misa, príncipe y señor de las almas que entran al cielo, será el vencedor del anticristo y el ángel del juicio final (Según las tradiciones cristianas).
Los ángeles de su orden están equipados como él, con coraza y espada. Estos asisten a los mártires, a los que tienen que sufrir persecución por sus creencias religiosas; San Miguel les envía para ayudar al ángel de la guarda de todos los perseguidos por su fe.
PROTECCIÓN PARA VIAJES:
Visualice la presencia del Arcángel Miguel enfrente de su vehículo, a la izquierda, a la derecha, atrás, por encima y por debajo. Imagínese usted mismo llevando un casco y una coraza azul que impide que los peligros físicos alcancen su cuerpo o su mente. Mantenga esa imagen mental a lo largo de su viaje. La espada de luz azul puede ser invocada por cualquier persona para defenderse da las fuerzas de la oscuridad y de todo tipo de maldad. Corta cualquier atadura de índole espiritual, astral o de magia primitiva. Visualizar un muro de luz azul alrededor de nuestras casas o lugares de trabajo les protege de cualquier circunstancia causada por las fuerzas del mal. También se puede invocar y visualizar esta protección para otras personas. Cuando vamos por una carretera podemos visualizar la luz azul alrededor de nuestro vehículo y también de los otros autos, pidiendo protección contra accidentes. Nuestro llamado puede ser multiplicado a través de otras personas y poner a trabajar a millones de ángeles.
ORACIÓN
San Miguel,
defiéndenos en la lucha,
se nuestro amparo contra la perversidad y
acechanzas del demonio,
que Dios humille su soberbia
y tú, Príncipe de la milicia celeste,
arroja al infierno a Satanás
y demás espíritus malignos
que vagan por el mundo
para perdición de las almas.
Amen.
DECRETO:
(Oración especial para invocar la ayuda y la protección del Arcángel San Miguel) Debe repetirse tres veces como mínimo, y luego en múltiplos de tres.
SAN MIGUEL ADELANTE ¡ SAN MIGUEL ATRÁS ¡ SAN MIGUEL A MI DERECHA ¡ SAN MIGUEL A MI IZQUIERDA ¡ SAN MIGUEL ABAJO ¡ SAN MIGUEL ARRIBA ¡ SAN MIGUEL DENTRO DE MI. AMADO MIGUEL, VEN A MI EN UNA ESFERA PROTECTORA DE LUZ AQUÍ Y AHORA!
FIAT:
(Oración o jaculatoria para repetir rápidamente cuando le queremos invocar).
ARCANGEL MIGUEL, AYÚDAME, AYÚDAME, AYÚDAME ¡AMADO MIGUEL, PROTÉGEME, PROTÉGEME, PROTÉGEME!
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